CALLE JOTEROS (BARBASTRO)

Me gustaría hacer una encuesta en la que se preguntara al personal de Barbastro si conocen esta calle y su ubicación. Estoy seguro de que el porcentaje negativo sería muy superior al positivo, con una diferencia muy amplia.

Yo que me considero jotero de toda la vida, me alegro de veras de que al Ayuntamiento de turno se le ocurriera un día dedicar una vía urbana a este “gremio”, además en una época en la que el folclore no estaba en auge y tan de moda como ahora.

Para el que no sepa, esta arteria se encuentra en el Barrio del Entremuro, junto a la plaza de la Candelera. Es muy corta, no tiene salida, y mucho me temo que en el Censo figure algún vecino.

Doy las gracias al Concejo que aprobó tal designación y sus posteriores por haberla mantenido muchos años en su nomenclatura, pero me queda un pequeño resquemor por mis “adentros” y es que para una vez que se acuerdan de estos “operarios de la jota”, hubieran podido asignarnos una vía un “poquico” más conocida o importante, aunque creo que hacer una ronda por allí y, sobre todo, en la plazoleta del fondo sería una delicia por su ubicación y sonoridad.

Con esto no quiero que nadie se moleste.

José Antonio Ferraz Cancer

Calle Joteros (Barbastro)

En memoria de D. José Antonio Ferraz Cancer

José Antonio hizo una fotografía a este texto (*), al que le añadió la imagen del rótulo de la calle Joteros, y me la envió por email a finales de noviembre para que la publicara en el blog. Hasta el día 6 de diciembre, por un error, no apareció en la bandeja de entrada de mi correo electrónico, así que, aunque le respondía con entusiasmo el día 7, él ya no pudo leerme. El día 8 de diciembre emprendía su gran viaje.

Conocí a José Antonio Ferraz cuando proyectábamos, con suma timidez, la exposición sobre la calle Joaquín Costa y aledañas, así que nuestro primer encuentro sería a finales del 2018, en la cafetería del Hogar de mayores. Le siguieron algunos más en su casa y allí, en el despacho, o salita de estar, o ahora ya santuario familiar, el tiempo se llenaba de anécdotas, de fotografías, acuarelas, relatos. Frente al ordenador, o mientras buscaba aquí y allá algo que nos pudiera interesar, quedábamos atrapadas (fui con mi amiga Marga) en su mundo, un paraíso en el que las aficiones eran devociones.

Hablamos del barrio de San Hipólito, y por supuesto de la calle Monzón, en la que había vivido, también de Santo Domingo porque me atreví a tararearle la canción que le cantábamos al santo de niñas. Me dijo que podría sacarme la música (yo creo que no la oyó bien entonada) y nos confesó que esa calle le traía el recuerdo de su padre, al que admiraba profundamente. Por él sabía que, en el rincón donde estuvo la hornacina del santo, se guardaba el burro que cada domingo servía de apoyo en las excursiones que hacían los Exploradores, grupo al que había pertenecido su padre. 

Cuántas lecturas puede tener la historia atrapada para siempre en una hoja en blanco. Releo la última que nos ha regalado José Antonio y me resisto a verla como una despedida porque reivindica sus anhelos y llama a la acción. Con ella nos acerca a una de sus pasiones, la música, y lo hace con alegría y fino humor, cualidades definitorias de su personalidad y que, ahora sabemos, lo han acompañado toda la vida.

Con la elección de esa calle, nos conduce a su universo particular: el folclore, y de la mano de los joteros abre su alma para definirse como “operario de la jota”, él, el maestro. Y es que siempre llevó la humildad por bandera.

He ido a conocer la calle Joteros y he imaginado la solitaria plazoleta llena con la música de una rondalla; sin duda cuando José Antonio fijó sus ojos en esta minúscula vía, y nos contó lo que sentía, la hizo grande.

¿Qué os parecería que José Antonio Ferraz Cancer tuviera una calle, o plaza, o institución, en Barbastro, su querido Barbastro, que llevara su nombre?

A mí también me gustaría hacer una encuesta y … estoy segura de que el porcentaje positivo sería muy superior al negativo, con una diferencia amplia …

Charo Castarlenas Sanmartín

(*) El escrito de José Antonio Ferraz se ha publicó en la revista Andamos, en el mes de diciembre (núm. 97). Edita el IASS. Hogar de Personas mayores de Barbastro.