jueves, 29 de octubre de 2020

CAMINO DE GUAYENTE (SAHÚN)

De repente un paseo disfrutado hace ya más de un año se coloca en primer plano para dar sosiego a la mente. Desde Sahún nos dirigíamos con paso lento al santuario de la Virgen de Guayente, recreándonos en la abundante vegetación, que tío Tomás nos presentaba con todo lujo de detalles. Y mientras tanto, nos hablaba de Arasán, pueblo en el que trabajó a los 17 años, también de un viaje a Barbastro muy especial  y de acontecimientos posteriores que marcaron su vida y que, afortunadamente, también tocarían la nuestra.

Y nos descubrió el lugar donde estaba situada la capilla de Santa Quiteria, que en la guerra civil se quedó sin imagen y al ensanchar el camino perdió también el pequeño recinto. Y salió a colación San Pedro Mártir y al decirle que me gustaría volver a esa ermita me advirtió "allí ya no te acompañaré yo". Lo afirmaba sin añoranza, con la alegría de haber estado siempre dispuesto a compartir el camino y con la seguridad de tener su espíritu bien alimentado.


Puso Riba

Tomás, hombre de silencios elocuentes, es un faro para la familia y para la comunidad vecinal. Siempre ha recorrido la montaña ligero de equipaje y ha regresado al punto de partida cargado de sabiduría. A lo largo de su vida ha tenido la fortuna de descubrir el alma de los caminos y el secreto de los barrancos y para ello no ha tenido necesidad de alejarse mucho de su pueblo; aún ahora emprende la subida al “prau” de casa con la misma ilusión al saber que, en esa corta ascensión, rodeado de montañas, se condensa una parte importante de su vida.

Cómo reconforta el paisaje familiar, esa vista tantas veces contemplada  acoge y cura igual que la mano amorosa o una medicina.

¡Qué así sea!


1 comentario:

  1. Relato emocionante en el que cada frase refleja mucho amor.
    Preciosas fotos llenas de recuerdos.
    Muchas felicidades y gracias por compartirlo!!

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