HOTEL VORAMAR

El Voramar es un hotel y también un buque insignia en el paseo marítimo de Benicasim. Su historia se empezó a escribir a dos manos, entre el tren y el mar allá por 1930, cuando las circunstancias derivadas de la construcción del ferrocarril del Norte iluminaron al empresario Juan Pallarés para abrir una casa de baños, un restaurante poco después y en 1933 el hotel.

Se construyó al principio de la playa de las Villas, en el paseo actualmente dedicado a Pilar Forts, mujer de Joaquín Coloma, ingeniero que estuvo al frente de las mejoras en la línea ferroviaria Tarragona-Almansa y ferviente admirador de la costa de Benicasim.

En el nº 1 está situado el Hotel Voramar

“Villa Pilar” (1887) fue la pionera de otras muchas viviendas destinadas al veraneo de familias acomodadas, en ese caso la de la familia Coloma-Forts. En la actualidad aproximarse al Voramar, escoltado por el mar y por las villas (Villa Clotilde, Villa María, Villa Carmen, Villa Victoria, Villa Elisa, etc.) es una forma de viajar en el tiempo para imaginar la vida de una selecta minoría de la sociedad levantina. A partir de los años 30 se incorporaría el hotel y el glamour se hizo dueño de su terraza.

¡La terraza del Voramar!, en el pasado visitada por las olas, es su cordón umbilical, una especie de nave nodriza que alimenta al VORAMAR de mar. 

En la página web del hotel nos cuentan la historia de "un hotel con alma” y doy fe de que no es un reclamo publicitario vacío; tuve la suerte de descubrirla como huésped y permanece intacta tantas veces como lo visito u observo a cierta distancia, cuando se me antoja una embarcación fondeada, sujeta a los pies de la montaña y abierta al Mediterráneo.

Siempre, hasta en este septiembre atípico, el hotel Voramar me transmite serenidad. Mientras su presencia casi centenaria me habla de tiempos pretéritos su vista privilegiada de cada amanecer me inspira un mañana esperanzador.