La
plaza tomó el nombre de la Basílica de San Isidoro que se encuentra en ella conformando uno de los conjuntos románicos más importantes de Europa. Su
nacimiento data del siglo X y, desde hace ya muchos años, se ha convertido en
un referente turístico y cultural para la ciudad de León.
Aunque
la “entrada” al blog tiene como objeto acercaros a esta plaza con alma,
que se extiende a los pies de la Basílica, me gusta citar 3 o 4 detalles que
considero importantes de la misma.
Plaza de San Isidoro (León) |
Ya
he dicho que es un fascinante edificio románico, el primero que se alzó de este
estilo por tierras de León. Edificada sobre un antiguo cenobio dedicado a San
Pelayo y, como todas las iglesias medievales, orientada de este a oeste. En la
fachada sur se encuentran las dos puertas que dan acceso a la iglesia: La
puerta del “Cordero”, por la que habitualmente se entra al templo, y la puerta del "Perdón”, que se abre en contadas ocasiones.
Y si bien la Basílica en sí ya sobrecoge, recomiendo visitar su museo y admirar el Panteón de los Reyes, situado a los pies de la iglesia, decoradas sus bóvedas con maravillosas pinturas murales, por las que se la conoce como la Capilla Sixtina del románico.
Entre
las muchas e importantes obras de arte que contiene el museo, destaca el cáliz
de Doña Urraca (“la Zamorana”). Algún historiador asevera que se trata del
“Santo Grial”.
Y,
por último, pero no menos importante, decir que, en la primavera de 1188,
Alfonso IX rey privativo de León, convocaba una Curia Regia (convoca la
Cortes), en el marco del claustro de la Basílica de San Isidoro. A esta
asamblea acudían las representaciones del clero y la nobleza, y, por primera
vez en la historia, asistían también los representantes de las ciudades, es
decir, el estado llano: el pueblo, con voz y voto. Este hecho otorga a
León la consideración de cuna del parlamentarismo, que la Unesco reconoce al
considerar dicha asamblea "el testimonio documental más antiguo del sistema
parlamentario europeo”
Las
obras concluyeron en la década de los años 40 del siglo XII, justo cuando
nuestra reina Petronila, aún niña, se encontraba, según el historiador José
Luis Corral, en la corte leonesa recibiendo formación por parte de
doña Berenguela, esposa del Rey Alfonso VII. Residía en el palacio real muy
próximo a San Isidoro, por lo que me gusta pensar que paseaba por el conjunto
que estoy comentando.
La
plaza, que como he dicho, toma el nombre de la Basílica, ocupa una superficie
cercana a los 3000 mts y diré que es otro enclave icónico de la ciudad. Lugar
piadoso, escenario de tradiciones centenarias y turístico por excelencia.
Espacio
piadoso, pues además de acoger al edificio religioso, delante de la Puerta del
Perdón se desarrolla uno de los actos más importantes de la Semana Santa
leonesa, el Desenclavo del crucificado.
También
la plaza es escenario de tradiciones centenarias, como la llamada Foro u Oferta
(Obligación o voluntad), más conocida popularmente como “Las Cabezadas”. Esta
antiquísima tradición se remonta al año 1158, cuando la ciudad de León y su comarca
sufrían una pertinaz sequía y organizaron una procesión con los restos de San
Isidoro para implorar lluvia. El “milagro” se produjo en forma de diluvio.
Tanto
la Reina Doña Sancha como el Cabildo arrancaron al pueblo leonés el compromiso
de hacer un donativo cada año y para siempre por el fruto de aquella rogativa. El
presente ofrecido es un cirio de una arroba de peso (11,5 kg), más dos velas
gruesas de una libra cada una.
El
litigio, entre el cabildo y el alcalde (como representante del pueblo), se
origina cuando éste realiza la “oferta” del cirio al Abad y el mismo lo acepta
no como oferta voluntaria, sino como “foro” obligatorio. El pleito, amistoso,
que se realiza ininterrumpidamente desde hace más de 800 años siempre acaba en
tablas y emplazándose los representantes para el año siguiente.
Terminadas
las ceremonias en el claustro e interior del templo, se organiza la despedida
de alcalde y concejales por el Cabildo y Canónigos, rito que se celebra ya en
la Plaza de San Isidoro. El numeroso público
concentrado en ese lugar aplaude cuando todos los componentes, unos frente a
otros, ejecutan una pronunciada reverencia.
Ceremonia de Las Cabezadas 2023 |
Mientras
se van separando y al oír el golpe del bastón del alcalde se giran y vuelven a
inclinan la parte superior del cuerpo. Así hasta tres veces, y de ahí que a la
ceremonia se la llame popularmente “Las Cabezadas”.
Para la ocasión la plaza se ve engalanada por decenas de enormes pendones, portados por habitantes de los pueblos vecinos.
Como
siempre que hablo de esta ciudad lo hago desde la admiración por sus gentes;
los leoneses son celosos de la historia y tradiciones, y amantes de las
celebraciones.
León, ciudad callada y tranquila, quizá por eso, a veces invisible para algunas instituciones de la Comunidad y, sin embargo, riquísima en historia, tradiciones y gastronomía. Invito a que la visiten, y como aragonés de nacimiento lo hago sin ningún temor a que defraude al forastero, pues siempre sorprende por el atractivo abanico de su oferta cultural.
Alfonso Ordín Náger
Me encanta !!! Esa unión del saber histórico con una pincelada de curiosidad popular regada con mucho sentimiento ....te llega al ❤️. No me canso de leerte .
ResponderEliminarMuchas gracias por tu opinión
EliminarGenial, iremos a visitar la plaza, la basílica con sus dos puertas.
ResponderEliminarSeguro que no os defraudará. Gracias
EliminarEstupenda lección de arte e historia.
ResponderEliminarGracias "Francisqué"
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