El domingo pasado fue un día radiante, es verdad que asistí por primera vez a la bendición de las candelas y a la costumbre posterior de compartir la llama de las velas recién prendidas. También es un hecho irrefutable que el sol nos acompañó durante toda la jornada, sin embargo, lo que me hizo sentir esta fiesta de la Candelera de forma distinta fue el saber que, en el recorrido de la feria, se incluía la calle Monzón.
De forma tímida, al principio de la jornada, y de manera rotunda a mediodía, mi calle se animó. El solar de los Misioneros brilló. Lo veo y no puedo olvidarme de lo que era hace tan solo unos meses …. Se está a gusto en ese recinto, tanto cuando hay bullicio como cuando reina el silencio. De cualquier forma, alzas la vista y te encuentras con la obra de Gatta, qué manera más elocuente de humanizar un espacio.
Sin duda, ha sido una Candelera especial.
Me encanta la foto.!! Qué alegría ver tan concurrida la calle Monzón de Barbastro.
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