jueves, 23 de julio de 2020

UN MAR DE DUDAS

En un momento dado, el terreno sin edificar entre las calles Joaquín Costa y Conde tomó las riendas de su destino. Avergonzado por la basura que recibía, se alió con una incipiente vegetación para tapar los desechos que el hombre abandonaba. Y desde entonces, día tras día, un tupido sotobosque atesoraba la inmundicia, oculta en sus entrañas.




Hace unos meses, nos dimos cuenta de que en el centro de aquella jungla se abría paso un joven árbol. Un valiente ejemplar que crecía y reclamaba la atención de los viandantes y de los responsables de poner fin a la degradación urbanística.

Esta mañana, dos operarios con machete en mano y un tercero al mando de una pala excavadora, se han abierto paso en el recinto. Entre infinidad de latas, restos de bolsas y enseres varios, el espacio que albergó la consulta del Dr. Brusáu y la Academia Cumbre … se ha convertido en un mar; en un triste mar, porque las olas que generaba la pala en su vaivén, rescataban un fondo vegetal lleno de basura, como sucede en los océanos.

Quiero pensar que una vez saneado este espacio, velaremos por su compostura, y sobre todo, se enseñará a cuidar el entorno, a mantener limpia nuestra calle. ¿Seremos capaces de conseguirlo?

Hoy, mi esquina preferida de la calle Monzón está de enhorabuena, pero no se me olvida la temprana imagen marina con la que me he despertado.


El solar entre Joaquín Costa y Conde para mí es ahora, ya limpio, un mar de dudas …

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por visitar Calles con alma. Vuestra generosidad nos impulsará en el día a día.