Conforme recorres la vida, vas acumulando sensaciones, emociones, afectos, y esa telaraña que todos tenemos en la cabeza, tejida con los hilos de los recuerdos, con el paso de los años se vuelve cada vez más tupida. Recuerdos que dan sentido y significado a una vida, de tal manera que quien tiene la mala suerte de perderlos, pierde su identidad.
Dicen algunos expertos que
volver la vista atrás no es malo, siempre que la mirada no esté empañada de nostalgia.
Pero también es cierto que los recuerdos y los sentimientos están profundamente
entrelazados. Evocar momentos vividos y a personas queridas y perdidas, lleva consigo a
veces una mezcla de alegría y tristeza y siempre, de añoranza.
Para mí, julio es un mes pródigo en fechas que avivan
recuerdos. En esta ocasión me voy a referir al día 10, fecha en la que se
cumplió, este año, el 5º aniversario de la marcha sin retorno de mi amigo
Joaquín Coll y, como siempre, acompaño su recuerdo con el de Pedro Oliete, su
amigo del alma, que emprendió ese camino un tiempo antes.
Este año 2024 ha sido
especial. El día 23 de mayo, cumpliendo un deseo de Joaquín, se presentó al
público su poesía. Se hizo con el libro “Cuadernos de un viejo poeta”
(antología 1967-2019), el cual es una reedición del poemario que durante muchos
meses recopilé y que en junio de 2020 vio la luz, en el ámbito familiar. En la
publicación del 2024 se ha respetado tanto el contenido como la estructura del
primer trabajo realizado, de lo cual me siento orgulloso. Cierto es que en esta ocasión, la edición está
enriquecida con textos de amigos del autor.
El acto, diseñado y
coordinado con acierto por Juan Carlos Ferré, se realizó dentro del Festival Barbitania, en el Aula Magna de la UNED, llena de amigos del poeta. En el
evento, tras la presentación a cargo del coordinador y unas sentidas palabras
de agradecimiento de Kati García-Bragado, viuda de Joaquín, se leyeron nueve
poemas, escogidos por cada uno de los amigos, que acompañaron sus
lecturas con breves palabras de vivencias con Joaquín. Como se pretendía, la
presentación no estuvo envuelta en la nostalgia, pero sí cargada de
sentimientos y una buena colección de recuerdos.