Dos años hace que nos falta Joaquín y, quizá por mi torpeza, cierto es que no sé definir cómo me siento. Pero su recuerdo perdura intacto en mi memoria, su risa franca, su sonrisa bondadosa y su generosidad siguen presentes en mí como cuando, hace ya muchos años, compartimos tiempos de "jóvenes". Fueron pocos años; para mí, una vida.
El pasado año rescatamos poemas
escritos por él, en su inmensa mayoría manuscritos e inéditos. Creemos
que con una pequeña muestra de versos, de algunos de sus poemas, queda abierto
un postigo por el que se vislumbra todo un mundo poético, en el que habita Joaquín.
Sirva de homenaje, en este
segundo aniversario de su ausencia.
A mi edad solo quiero,
en el pobre rincón de esta vejez amable
sentir en mis espaldas el calor de tus ojos,
aproximarme al signo de tu rostro.
Coll, J. "El signo de tu rostro" (vv. 15-18)